Antes de comenzar a mover los muebles de tu casa, analiza a profundidad tu relación y comportamiento con él. Pregúntate si estás manteniendo una comunicación abierta en todo momento, si estás siendo tolerante y comprensiva con él y contigo misma, y sobre todo si estás esforzándote constantemente por desarrollar tus proyectos personales. Una vez respondido esto: ¡manos a la obra!
- Evita que los pies de la cama estén de frente a una puerta; esto genera discusiones abruptas y constantes.
- La distancia entre la cama y una ventana debe ser la suficiente para no ser una distracción, sino sólo dar sensación de amplitud a la recámara.
-Es importante que la cabecera sea de madera, que esté sólida y no “baile”; esto hará aterrizar sus ideas y fomentar la confianza mutua.
-La cama debe ser un poco más alta de lo normal, lo cual ayudará a que la unión de la pareja se base en la solidez y fortaleza de sentimientos.
-No satures: Llenar la habitación de cuadros, adornos, mesas o aparatos eléctricos llena el espacio y ocasiona en la pareja tedio y agotamiento, reduciendo así la intimidad y sensualidad, y posponiendo constantemente la actividad sexual.
-Muebles agresivos: Los muebles, burós y cabeceras con esquinas puntiagudas ocasionan constantes diferencias de opinión, individualismo y egoísmo. Lo ideal es que todos los muebles tengan esquinas y bordes redondeados.
-Objetos en par: Los adornos en par, las esculturas de una pareja entrelazada o los animales viendo hacia una misma dirección, generan en la pareja intereses en común y compartidos.
-Closet impecable: Limpia perfectamente tu closet y saca todo lo que no usas y lo que asocias con malos recuerdos. Funciona de maravilla si es que quieres sanar tu relación sentimental y sexual, deshacerte de conflictos, decepciones, tristezas y sentimientos reprimidos, elevar tu autoestima, sentir libertad y respirar frescura.
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