A medida que va subiendo el costo de la luz eléctrica y en época de crisis económica, todos los consejos para ahorrar en iluminación son pocos. Además, si utilizas las luces de tu casa de forma responsable, menos energía gastarás y menos perjudicarás al medio ambiente. Con unos simples y sencillos consejos, podrás reducir mucho el consumo de las luces en casa.
Para empezar, la mejor forma de no usar las luces sin necesidad, es no olvidarse de apagarlas al salir de las habitaciones. No obstante, si se trata de lámparas fluorescentes es mejor dejarlas apagadas o encendidas durante largos periodos de tiempo, porque gastan más energía al encenderse que al permanecer encendidas. Por eso, también es conveniente no colocar estas luminarias en zonas de paso, como pasillos o recibidores, donde haya que estar apagando y encendiendo frecuentemente.
Usa las luces cuando sea de noche, no a mitad de la tarde. En países como Venezuela, hay suficiente luz como para ver bien durante las horas vespertinas. No obstante, te recomendamos que intentes realizar tus actividades durante horas diurnas y que durante la tarde subas hasta arriba las persianas y abras bien los visillos y las cortinas.
Iluminación localizada, esto es, procura utilizar una lámpara determinada para cada tipo de tarea. Por ejemplo, si estás estudiando o trabajando en tu escritorio, enciende solo el flexo y evita el gasto de luces indirectas. En la cocina, por ejemplo, a la hora de cocinar puedes iluminar solo la zona de los fogones no la sala anexa que puede haber con la mesa del comedor.
Con el objetivo de que potenciar las luces que tengas instaladas, pinta la paredes de colores claros y coloca espejos en lugares estratégicos para reflejar más la luz en otras partes de la estancia.
A la hora de comprar las lámparas y las bombillos, procura que estas primeras no tengan una pantalla que no deje pasar bien la luz y que las segundas sean de bajo consumo.
Limpieza. El polvo y la suciedad suelen ser perjudiciales para la proyección de la luz y en parte, merman sobremanera la capacidad de iluminación de las lámparas. Mantén la higiene, sobre todo, en las lámparas fluorescentes.
Instala dispositivos de domótica. Las estancias solo se iluminarán si hay personas en la estancia durante unos minutos. Luego se apagarán automáticamente y no se volverán a encender si no se están utilizando.
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