Por @ddematteis David De Matteis
Avanza abril, ya llega mayo y la primavera ya está acá en nuestra bella Venezuela, con muchos verdes y otros matices, coloreando plazas, balcones y ánimos. Es tiempo de nacimiento y renovación. El frío de diciembre, enero, febrero y marzo se despide y nos preparamos para disfrutar del amplio abanico de posibilidades que nos ofrece esta estación. Aromas, temperaturas agradables, y mucho color en las plantas. Es tiempo de cambio: aprovecha su impulso vital para renovarte por dentro... Y por fuera.
Así como los animales y las plantas se preparan para recibir cada nueva primavera, nosotros también podemos adecuar nuestro estado físico y anímico para disfrutar plenamente esta estación. Aprovecha su llegada para abrir más las ventanas, para llenarte de aire, para sumar alguna planta a tu hogar, revisar algunas cosas que te agobian y reflotar hábitos saludables.
Los chinos llaman a esta estación "primer movimiento" y hacen coincidir el comienzo de su año con el declinar del invierno. No son los únicos. Son muchas las culturas que se preocupan por adaptar el reloj biológico humano a los ciclos de la naturaleza, ya que las estaciones y su clima influyen en nuestro estado físico y anímico. Por lo tanto, podemos aprovechar la fuerza de la primavera, el caudal de vida y energía que emerge en esta época, para florecer como personas: para crear, desarrollar y llevar a la práctica las ideas y proyectos que han quedado estancados durante los primeros meses del año.
Durante los meses de frío, el encierro, los excesos, la falta de ejercicio y un mayor consumo de medicamentos –sobre todo, antibióticos y antigripales– dejan su huella negativa en nuestro organismo: acumulación de toxinas, sobrepeso y un sistema defensivo con menos garras a la hora de cuidarnos. La llegada de la primavera es la excusa perfecta para cuidar nuestra salud y mimar el alma.
Hay con qué hacerlo: la naturaleza es sabia y nos regala en esta época un montón de frutas y verduras que nos pueden ayudar a purificar el cuerpo y a bajar de peso. Y salir a caminar o hacer actividad física cuesta menos cuando el calorcito ayuda y tenemos además el impresionante cerro Ávila, quienes vivimos en Caracas, y en cada ciudad del interior del país, también siempre tenemos hermosos lugares naturales, parques y caminerías para hacer ejercicios al aire libre..
Transforma tus problemas en retos y convierte el presente en un acto de creatividad constante. Decídete a florecer.
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